¿Qué es?
Conjunto de 30 cartas de 6×8 cm, en madera de abedul, con información grabada por ambas caras.
Durante la concepción de este material nos propusimos crear un diseño versátil que permitiera, además del aprendizaje de la lengua de signos española, ser utilizado para la aproximación a la lectoescritura para niños a partir de 3 años.
Por un lado encontramos el alfabeto dactilológico de la lengua de signos española y, por el otro, las grafías que corresponden a cada signo en mayúscula y minúscula caligráfica. Incluye consonantes, vocales y dígrafos de la lengua castellana.
¿Para quién es?
Es una herramienta muy versátil que favorece el acercamiento a la lectoescritura y al conocimiento de una lengua de carácter viso-gestual a los niños y niñas a partir de 3 años, que es el periodo en el que comienzan a mostrar interés por la lectura.
¿Qué desarrolla?
Por una de las caras, encontramos el alfabeto dactilológico que es, más que lengua de signos en sí, una herramienta. Es la representación manual de las letras que componen el alfabeto de la lengua oral.
Se articula a la altura del hombro con la llamada “mano dominante” y se complementa con la articulación oral, de forma que es necesario que visualice al mismo tiempo la configuración de la mano y de la boca.
Se utiliza mayoritariamente para:
– Citar nombres propios.
– Reproducir palabras de la lengua oral cuando estas no tienen signo o se desconocen.
– Identificar un signo cuando este se presenta por primera vez.
Nos permite:
- Aumentar la coordinación ojo-mano por lo que se forman indirectamente las bases para la lecto-escritura.
- Favorece la precisión de los movimientos.
- Mejorar el control del propio cuerpo.
- Favorecer los procesos cognitivos básicos: percepción, atención y memoria (espacial, visual y táctil)
- Favorecer la eliminación de barreras de comunicación con personas con diversidad funcional sensorial.
- Concienciar a los niños/niñas sobre la diversidad funcional.
En la cara opuesta, encontramos la correspondiente transcripción a castellano de este alfabeto. Son 30 fichas realizadas en huecograbado con las letras en mayúscula y minúscula caligráfica, de modo que distinguimos entre:
– color rojo: consonantes
– color azul: vocales
– color verde: dígrafos.
Partimos para la elaboración de este material de las enseñanzas de María Montessori, que se acerca a la lectoescritura con el apoyo de material que refuerza el aprendizaje de forma multisensorial, estableciendo un paralelismo con las “letras de lija” de esta autora.
Nuestro alfabeto permite seguir la trayectoria de las letras siguiendo el hueco con el dedo.
De esta manera, les ayuda a reconocer las formas geométricas, al mismo tiempo que desarrolla su destreza y aprende las letras fonéticamente. Luego se sustituye el dedo por un lápiz para más adelante, escribir.
En el siguiente vídeo Marta os enseña como se signan cada una de las letras del alfabeto: